El equinoccio y el equilibrio.

Por Ricardo Quezada.

El 20 de marzo a las 10:15 se dio el equinoccio de primavera, dividiendo el día exactamente en dos partes iguales. Si bien este movimiento natural de la tierra invita a cientos de personas a visitar zonas arqueológicas o maravillas naturales, propone también un momento oportuno para el análisis y la reflexión profunda sobre el balance.

 

Mural de Diego rivera, un águila y bajo ella la conquista armada de los españoles
PALACIO NACIONAL Foto Pegatina 1

Hace millones de años, la tierra era una sola masa continental unida y en balance con la naturaleza y el agua; actualmente la humanidad enfrenta el problema más grande desde su origen, el de recuperar el balance que ha permitido la vida en la tierra. Bajo esta misión, asociaciones, fundaciones, asociaciones, colectivos y sociedad en general se han volcado a las calles para poner el tema en boca mediante el artivismo y otras acciones que buscan la preservación de los recursos naturales, el cuidado de la flora y la fauna, y la búsqueda de la igualdad entre personas sin importar su raza, sexo, sistema de creencias u origen.

 

Mural de Diego rivera, un águila y bajo ella la conquista armada de los españoles
PALACIO NACIONAL

Como en la antigüedad mexicana, la dualidad ha sido siempre un tema fundamental: el día y la noche, la vida y la muerte o los cuatro elementos, son manifestaciones tangibles del orden natural de las cosas, pero sobre todo del balance que rige el mundo; el equinoccio, con su día y noche de doce horas simboliza también una oportunidad de apertura de pensamiento en un año que se antoja complejo política y socialmente. Para las personas de a pie, quienes contemplan y conviven con las manifestaciones artísticas, el compromiso es opcional pero fundamentalmente necesario para lograr un sueño colectivo.

Tunas en nopal de Rivera

Más allá de la contemplación de las manifestaciones artísticas propias del arte urbano, es de vital importancia para equilibrar y calibrar la realidad que los pobladores del mundo entendamos nuestro papel en nuestra sociedad, en su cuidado y en la preservación de los recursos, bajo esta consigna la misión del artivismo se centra si en generar arte, pero sobretodo en generar cambio, no solo a nivel ecológico, sino un en todos los ámbitos que componen la sociedad y la cultura, desencadenando acciones integrales que permitan que cada ciudadano pueda contribuir al florecimiento de una nueva nación en armonía donde prolifere el balance, las igualdades de derechos, obligaciones, seguridad y oportunidades, la preservación de los recursos naturales y el reconocimiento de los saberes históricos para encaminar a la creación de un futuro próspero, como la primavera mexicana es naturalmente desde hace millones de años.