Transgrafiti

 

Manifiesto Muralista Transgrafitero

 

Inspirado parcialmente en dos manifiestos redactados por Siqueiros, y firmados en su primera versión por Rivera y Orozco entre otros, el primero publicado en México en la revista “El Machete” de junio de 1924 y el segundo en Buenos Aires, en el diario “Crítica” de junio de 1933.

 

Artistas, escritores de graffiti, productores, gobiernos y ciudadanos: Estamos trabajando en todo el mundo para impulsar un movimiento de la plástica monumental para las calles y las urbes, creando piezas simbólicas de gran formato en los espacios comunitarios donde concurre el tráfico del público, haciendo de ellas un elemento de catalización cultural, hacia la felicidad.

 

Definimos Cultura como el entramado de significados y símbolos que conecta a los individuos entre sí y en sociedad. En consecuencia damos al muralismo transgrafitero el propósito de catalizar la cultura, mediante el arte urbano, hacia el bienestar colectivo, la prosperidad, la paz y la felicidad; misma que definimos como “el deseo de sonreír”. Abogamos por la integración de las distintas culturas, micro-culturas, etnias e individualidades, en un enjambre humano de composición fractal y sabiduría intercultural, reconociendo su capacidad natural para auto organizarse, entre el orden y el caos.

Buscamos que cada acto creativo, en cada proyecto, cumpla siempre con cuatro resultados simultáneos: ambientales, sociales, culturales y económicos. Participamos al aprendiz en cada paso del proceso creativo, ligando experiencia con enseñanza teórica. Integramos al artista individual a procedimientos colectivos, a la inteligencia de enjambre y a la organización fractal. Aprovechamos cualquier avance tecnológico, empleando materiales y herramientas contemporáneos, para llevar el poder de símbolo cultural al arte urbano: de la mente colectiva al muro y de ahí al mundo digital, para alcanzar públicos globales. Usamos la realidad virtual y la inteligencia artificial a fin de explorar los nuevos linderos de la experiencia humana, pero siempre ligando la obra ultramoderna con las tradiciones étnicas ancestrales y los ideales sociales. Actuamos para fortalecer la salud de nuestros ecosistemas promoviendo la consciencia de unidad y respeto por la Naturaleza. Nos sostenemos autónomos mediante el emprendedurismo social y el respeto por la ley.

 Comprendemos que la creatividad tiene un propósito, que en salud se alinea con el propósito de la vida, hacia el bienestar individual y colectivo. En el mundo de hoy existen millones de jóvenes que se expresan mediante la pintura, creando y escribiendo en muros, desarrollando talentos y visiones, influyendo en la sociedad mediante el símbolo, la audacia y el respeto a convicciones propias. Comienzan escribiendo su nombre para identificarse con su espacio y les llamamos grafiteros. Crecen, acumulan conocimiento, emprenden un camino transpersonal que los inspira al cambio, a pintar metáforas, a transfronterizarse, y les llamamos ahora transgrafiteros. Descubren que su creación, personal o transpersonal, influye en la calle y en la cultura barrial. Se vuelven un trasunto urbano del chamán; produciendo sortilegios callejeros. Son potencialmente los líderes culturales del barrio. Este enjambre de jóvenes, jamás imaginado por Siqueiros, es hoy la encarnación del propósito de la creatividad plástica: crear un mundo mejor.  Esto es Transgrafiti.

 

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