Por Chema Noriega.
Llegamos a marzo de 2018 y la primavera ya se empieza a sentir en Querétaro, con altas temperaturas y soles dignos de la más cálida tarde de verano. Una realidad muy distinta a la de Montreal, Canadá donde, al día de hoy, la caída de nieve deja capas de 20 centímetros de agua en proceso de fusión. La lectura más básica diría que el cambio climático es un mito y que, el hecho de que hoy siga cayendo nieve y acumulándose en autos, banquetas y vialidades, no es más que un síntoma de que las temperaturas están estables y que la Tierra no sufre los estragos de la actividad del ser humano.

Lo cierto es que la Tierra es un ente dinámico y sus más 4,500 millones de años de historia, han demostrado que nuestro planeta se encuentra en un estado cambiante y que todo lo que en ella ocurre afecta directamente ese proceso. Nuestra época nos ha planteado diferentes utopías con respecto a la vida en la Tierra en los próximos años, no obstante, la capacidad de entender que los discursos fatalistas en torno al medio ambiente pueden ser erradicados si cambiamos nuestra mentalidad, son un reto constante para las sociedades del mundo.

Allá en Montreal, la ciudad que espera impaciente el final de un invierno desfasado, se encuentra Jason Botkin, un artista y productor cuya obra explora las posibilidades del arte no convencional, para inspirar a la sociedad a cambiar su forma de pensar radicalmente, «estimulando una mayor consciencia sobre temas culturales, ambientales, sociológicos y políticos relevantes». A lo largo de su carrera, Jason ha colaborado en la producción de más de 200 murales alrededor del mundo desde 2009, además ha participado en exhibiciones individuales y colectivas en Canadá, Estados Unidos y diferentes países europeos. Al extenso portafolio de Botkin se suma la co-creación y dirección del proyecto EN MASSE, el cual tiene como objetivo explorar la creación espontánea de dibujos en blanco y negro de gran formato e instalaciones públicas.

Dentro de sus colaboraciones internacionales, Jason también funge como coordinador regional de proyectos para la Fundación Pangeaseed en Canadá. Muchas veces, las problemáticas que intervienen directamente en el calentamiento global, sobre todo aquellas que perjudican a los cuerpos de agua de la Tierra, resultan demasiado complejas, lo cual limita las acciones que las personas pueden emprender para contribuir a su disminución. Pangeaseed, a través de su programa de arte público SeaWalls: Artists for Oceans, tiene el objetivo de aumentar la consciencia en torno a la conservación de los océanos, creando historias visuales de gran formato que interactúan con la sociedad modificando la mentalidad de las personas con respecto al vital líquido y sus ecosistemas.

Jason Botkin estará presente en el festival internacional SeaWalls: El Agua Es Una, una nueva edición del programa de PangeaSeed a celebrarse en el Centro Educativo y Cultural del Estado de Querétaro «Manuel Gómez Morin», del 27 de marzo al 15 de abril del 2018. Botkin, junto con un grupo multicultural de artistas comprometidos con la conservación del agua, acompañarán la primavera queretana con pintas que, más que embellecer el paisaje urbano de la ciudad, pretenden crear metáforas visuales que impacten en la mentalidad los espectadores, con la esperanza de que estos mensajes se traduzcan en acciones que permitan recuperar el balance entre los ecosistemas azules de la Tierra.

Puedes conocer más del trabajo de Jason en:
https://www.instagram.com/robotkin/?hl=es-la
https://www.pangeaseed.foundation/artists/jason-botkin/