In Xóchitl, in Cuícatl (El Domo de los Concheros).

Por Édgar Sánchez

Confieso que yo mismo viví treinta años en la ignorancia. Crecí bajo la apuesta oficial de que una identidad homogénea sería el camino para el “progreso” de México. Tal vez fue que me llamaran “güero” en el mercado y en las escuelas rurales donde estudié parte de la primaria, o pudo ser la presión social de mis compañeros en las escuelas privadas de mi pubertad: el punto es que crecí en la ignorancia y negación de mi sangre indígena.

Aún así, sentía que algo no cuadraba y esto me provocaba un impulso irresistible por entender la debacle de las culturas originarias ante la colonización europea. Enfrenté este misterio al tomar la prueba de ADN del proyecto genográfico de National Geographic. “Saliste indio de un lado y también indio del otro”, me dijo con afecto Francisco Plata, mi primer maestro conchero, cuando le compartí los resultados. Y dancé con ellos en busca de mi identidad perdida, porque era vital averiguar si ser “indio” tenía relevancia en el mundo contemporáneo.

Años después conocí a don Manuel Rodríguez González, capitán general de una de las 22 mesas de danza asentadas en el barrio de San Francisquito. Era una noche de septiembre, frente al altar de su cuartel general, en las faldas del cerro de Sangremal, en Querétaro. Se le veía imponente, recibiendo con bendiciones a capitanes y guerreros que venían de lejos a unirse a la celebración anual que comenzaría la mañana siguiente frente al templo de La Cruz. El aroma del copal flotaba denso entre plumas y atuendos, creando una atmósfera vibrante, de dichoso entusiasmo. Los presentes llenaban el recinto a ambos lados del pasillo central y miraban con respeto a cada recién llegado. Al entrar se adivinaba la presencia de las ánimas de los ancestros y el entusiasmo por el comienzo de la batalla.

Los concheros llaman “capitán general” al líder de “capitanes”, quienes comandan grupos de “guerreras y guerreros”. Sus instrumentos musicales son “las armas” y sus atuendos, los “uniformes”. En el cuartel general, las sahumadoras y los sargentos organizan las operaciones que constituyen la supervivencia de las “guerras floridas”, ritual mesoamericano de reverencia al misterioso balance entre la vida y la muerte. Danzan la guerra frente a las iglesias, con la intención de sostener la armonía y el balance. De sus ancestros recibieron la misión de honrar la tradición chichimeca de los cuatro rumbos, y también honrar a la religión que llegó de Europa. Este compromiso con el balance está detrás del amor que expresan a la virgen de Guadalupe cómo imagen de la madre Tierra, al Dios encarnado que se sacrifica por la redención humana y al creador-creadora del cosmos a quién aún llaman: “Ometéotl”.

Pocos conocen estos misterios concheros. La ignorancia que yo viví parece estar presente también en algunos círculos intelectuales. Guiada por un silencioso sesgo hacia lo “criollo”, la atención suele posarse sobre los danzantes con una pizca de desdén. Se les caracteriza de un “sincretismo” que pretende conciliar doctrinas sin lograr coherencia. Se les descarta como una vulgarización folclórica de prácticas que quedaron atrapadas en la falta de conocimiento. Se pondera por debajo de la imitación de formas europeas. Se les usa para fines políticos y se les considera un espectáculo turístico, negándoles la dignidad del ritual sagrado. Aún hoy, las identidades mexicanas parecen seguir bloqueadas por el espectro de la vergüenza.

La causa de este bloqueo parece obvia: la conquista cultural fue brutal y dejó el recuerdo de los ancestros bajo las pezuñas del corcel blanco de Santiago, el patrono de la reconquista de Iberia y de la conquista de América. Parece desafortunado asociarse con lo nativo, cuando se cree que no han quedado más que ruinas y folklor detrás de esa identidad. Miramos el frontispicio del templo de San Francisco en el jardín Zenea y encontramos la imagen de Santiago mata-moros, degollando infieles y a su corcel blanco pisoteando cuerpos morenos. Y si bien honramos la sangre de los guerreros que quemaron sus barcos para tomar su lugar en nuestro linaje, es necesario reconciliarnos con el cuerpo del México indígena. Este es el alimento que ansía la genialidad creativa de nuestra “raza cósmica”, frente al mundo post-contemporáneo.

Es 2018 y estoy de regreso en el cuartel general. Hoy no hay festividad; el general nos recibe para una entrevista. Los “nueves”, guerreros creativos de Incusa, preparan la versión del “manifiesto transgrafitero” para la curaduría de los murales del domo del Centro Cultural Gómez Morín, proyecto que consagra ocho años de activismo cultural de Nueve Arte Urbano, con el festival: el agua es una. Don Manuel nos relata cómo recibió de sus ancestros la “obligación” de sostener las tradiciones de la “danza Chichimeca de arco y flecha”, y de cuidar del “madero sagrado” de la mesa “in xochitl in cuicatl”, en un linaje ininterrumpido desde 1733. Su familia está atenta mientras danza, canta y toca la concha de armadillo frente a las cámaras. Estamos frente a uno de los linajes de mayor abolengo en Querétaro: los chichimecas que cambiaron el arco y la flecha por “la flor y el canto”, para sostener la paz y el balance, sin abandonar la batalla.

El discurso de los murales del domo se sostiene sobre los hombros de los creadores del pasado. Este retablo de murales transgrafiteros, bendecido por el General y su familia, es una ofrenda del pueblo para el pueblo. Nos habla del misterio de la creación según la cosmovisión mesoamericana. Los cuatro Tezcatlipocas sostienen la bóveda celeste sobre la tierra, abriendo el espacio donde habita la humanidad. Tláloc-Cosijo observa el cielo del norte con el ojo de la conciencia. Su consorte Chalchiutlicue bendice el sur con fecundidad, sobre un espejo de agua. En el este, el sol nace para iluminar el esplendor de los ecosistemas y un híbrido mestizo de San Francisco y Quetzalcóatl. Al oeste, donde los días mueren, los grafiteros queretanos plasmaron a Cipactli, el cocodrilo de ojos rojos que sufre con la contaminación. En total, 33 murales y más de tres mil metros cuadrados, donados por escritores de grafiti, artistas y productores, de Querétaro, México y el mundo, con el sueño de crear conciencia sobre nuestras raíces culturales y los retos del agua y la supervivencia urbana.

 

El domo, pieza de piezas, narra en el metalenguaje de los retablos, una versión contemporánea y popular de los mitos que dieron sentido a la vida de nuestros ancestros. Esconde en su cima un disco solar, mientras cuelga dentro del domo el péndulo de la danza del cielo con la tierra. Así nos recuerda que vivimos: “en el ombligo de la luna, centro de la tierra, donde ofrendamos los corazones al sol”.

El general danzó frente al domo como lo ha hecho por ochenta años. Sosteniendo en el corazón un amor profundo por la tradición Chichimeca, y balanceando con el mismo amor su respeto por la religión europea. Este es para mí el mejor ejemplo de libertad cultural, que definimos como la capacidad de ver nuestras creencias, sin dejar de reconocer verdad en otras alternativas, y así elegir libremente nuestra identidad individual. Hoy es un buen día para convocar a nuestra ciudad a sacudirse los bloqueos y redescubrir este tesoro olvidado, de raíces identitarias, heroísmo y libertad cultural. Doy gracias a los concheros por su sabio ejemplo y por los siglos de paz, balance y guerra florida.

Día mundial de la limpieza

Con la intención de seguir creando proyectos donde el arte, la comunidad, la ecología y la economía están sumamente intrincados, Nueve Arte Urbano se suma a la campaña WORLD CLEAN UP DAY.
Confiamos en la comunidad de 263,000 personas que nos respaldan para:

1) Identificar zonas de riesgo o basureros ilegales.
2) Mapearlas y visibilizarlas en la ciudad, como parte de un problema que nos compete a todos.
3) Normalizar acciones que en el día a día nos lleven a un entorno sostenible.

Nosotros ya comenzamos, y lo queremos compartir con ustedes.

No olvides bajar la App World CleanUp y y ayudarnos a registrar los focos de concentración de basura en tu zona.

Paola y su pasión.

Por Chema Noriega. Fotos Yoshi Travel, Eddgar Arcane  y Gabriel McCormick


Los humanos somos un conglomerado de realidades, producto de los discursos a los que estamos expuestos en el día a día. En la construcción de nuestra identidad, optamos por personificar aquellos valores e ideas que mejor empatan con nuestra subjetividad, aun cuando esto signifique oponerse a un sistema cultural con siglos de arraigo y arriesgar la vida en el proceso. Esta es la realidad de la mujer en nuestra época, una lucha por acabar con la avalancha de violencia tácita y estructural que, a pesar de la proliferación de acciones y discursos en favor de la equidad de género, pareciera que su aumento es directamente proporcional a la cantidad de voces que se levantan en su contra. En ese sentido, el arte se plantea como un medio ideal para la denuncia de los patrones patriarcales que, impregnados en nuestra cultura, degradan, minimizan y destruyen la integridad de millones de personas que, por el simple hecho de ser mujer, padecen las vicisitudes de una hegemonía absurda.

 

Paola en el Domo Foto Eddgar Torres.

El arte y el arte urbano, concretamente, no solo denuncian situaciones, sino que también ofrecen alternativas, cursos de acción que permiten erradicar un problema o transformar, paulatinamente, un sistema de creencias, una idea o una simple conducta. Para ello, el arte no debe estar limitado a un sector específico de la población. Paola Delfín, originaria de la Ciudad de México, es una artista contemporánea cuya obra explora la belleza y la sensibilidad que circundan la figura femenina. Altamente influenciada por las técnicas de ilustración, Paola logra incorporar elementos de la feminidad, creando contrastes dinámicos que intentan darle vida propia a su obra. Su filosofía gira en torno a que el arte debe estar accesible en todos lados, «mi pasión es crear, ser capaz de contar una historia con mis manos a través de imágenes que involucran al espectador en la historia», comenta la misma Paola para su biografía en la plataforma Widewalls, resaltando la importancia de que las manifestaciones artísticas salten de las galerías a las calles en un intento por volver más accesible el medio.  

El acercamiento de Paola Delfín con el arte se produjo desde muy temprana edad. De niña siempre vio en el lápiz y el papel, la posibilidad de visualizar su realidad a través del dibujo. En su misión de llevar su arte a todos los lugares posibles, Paola ha experimentado con diferentes técnicas y formatos para catalizar sus ideas y emociones, encontrando en el muralismo el medio ideal para hacer llegar su mensaje a la sociedad, apartándose de la exclusividad que suele envolver el medio artístico, para propiciar una verdadera interacción entre la audiencia y la obra artística, que invite a la reflexión y propicie la acción.

Paola Foto Gabriel McCormick

Paola ha logrado llevar su obra a calles y galerías de todas partes del mundo, países como Alemania, Argentina, Colombia y España, han sido testigos de cómo la fluidez de sus trazos logra apropiarse de grandes muros para visibilizar la fuerza de su trabajo.

Paola pintando Foto de Yoshi travel

Actualmente Paola Delfín se encuentra pintando en la cúpula del péndulo de Focault para  SeaWalls: El Agua es Una, una nueva edición del programa SeaWalls: Artists for Oceans de la Fundación Pangeaseed, producida por Nueve Arte Urbano.

Puedes conocer más del trabajo de Paola en:

https://www.instagram.com/paola_delfin/?hl=es-la

https://www.facebook.com/paoladelfinmx/

Desde Querétaro el agua es una.

Por Ricardo Quezda.
Fotos Gabriel McCormick, Eddgar Torres y Yoshi Travel.

Inicia Festival intercultural de Arte Urbano en la ciudad de Querétaro del 27 de marzo al 15 de abril.

Si en esta temprana edad del siglo XXI pudiéramos hablar de una corriente artística predominante en el mundo, esa sería el arte urbano. El movimiento de plástica monumental, que toma sus influencias del muralismo, el grafiti, las intervenciones públicas y hasta de las más sagaces activaciones publicitarias, ha concretado con su crecimiento la culminación de una idea social que emanó de los valores más profundos de la humanidad cuando se proclamó la revolución francesa en el lejano 1776, concretando el arte como un derecho universal al que toda la población debe tener acceso, el filo más brillante en el arsenal de la democratización y la proliferación cultural.

Domo desde abajo Foto Mc/Eddgar

Hoy en día, este movimiento que si bien tiene sus ponentes y sus detractores, ha evolucionado y encontrado un nicho social mediante su síntesis como herramienta que da voz a los ignorados, levanta con fuerza los mensajes de los preocupados y encuentra su catarsis en la calle, donde los transeúntes pueden ser impactados, motivados y en el más benigno de los casos inspirados y encausados. Gracias a esta última cualidad el arte urbano ha encontrado un nuevo paradigma, el artivismo que convoca a artistas de todo el mundo a tomar las bardas y paredes que componen el panorama de una ciudad para calar en lo más profundo de sus cicatrices sociales y develar uno de los retos a los que se enfrenta la ciudadanía, generando mensajes concisos que les permitan tomar acciones asertivas antes de que sea demasiado tarde y se pase a ser de un reto a una verdadera dificultad para que esa sociedad encuentre progreso y asegure su supervivencia.

Este esquema, de encontrar los elefantes en el cuarto, ha dotado al arte urbano de una capacidad diferenciadora entre las corrientes actuales que predominan en los museos pues, contrario al arte contemporáneo y sus estatutos complejos y letrados, el arte urbano nace de la ramplonería, de lo sencillo, honesto y crudo de las calles, de las latas de aerosol escupiendo pintura a las brochas pasadas por agua y thinner, del camión entonando la canción del ‘panadero con el pan’ a las fiestas del pueblo.

Pogo Por yoshi travel

Gracias a esto, el artivismo como ramificación del arte urbano logra conectar con la gente, mejorando la relación vecinal, visibilizando las raíces olvidadas de una nación oprimida o contribuyendo enormemente a la preservación de la vida marina, como lo ha hecho Nueve Arte urbano, en Querétaro y Estonia a través del transgrafiti, o Pangea Seed mediante su artivismo en ciudades costeras de todo el mundo. Como en su momento con el muralismo, México se coloca como uno de los principales exponentes del arte urbano, gracias a distintas iniciativas públicas y privadas pero sobre todo a las enormes ansias y deseos de los artistas, graffiteros, ilustradores, diseñadores y entusiastas que componen la escena nacional del arte urbano. De entre todos ellas y desde hace varios años Nueve Arte Urbano, cuya sede radica en la ciudad de Querétaro, ha logrado establecer un modelo viable para la apropiación positiva de espacios urbanos con causas colectivas.

 

Ryper Foto Yoshi Travel

Tras una compleja misión en Estonia en el año 2017, con el festival de transgrafiti “Mextonia”, Nueve ha regresado a la ciudad que la vio nacer y en conjunto con Pangea Seed Foundation, uno de los principales impulsores del artivismo a nivel mundial, desarrollan el “Festival El Agua es Una” en el Centro Cultural Manuel Gómez Morín CECEQ en la ciudad de Querétaro, con la finalidad específica de generar murales que evoquen las problemáticas del agua en la actualidad y le permitan a los ciudadanos de todo el mundo tomar iniciativa y empezar a impactar de manera positiva su entorno.

Conferencia de Prensa El Agua Es Una Foto Archivo Nueve

Con la participación de más de 16 artistas nacionales e internacionales, el festival entrelaza las cualidades del transgrafiti y el artivismo, desarrollando una serie de propuestas pictóricas que componen una meta obra de arte dentro del edificio cilíndrico cuyo domo sostiene un péndulo de Foucault y que a su interior alberga el museo de Ciencia y Tecnología “El Péndulo”. Como las ondas que se forman cuando una gota rompe la superficie de un cuerpo de agua, el festival busca que el CECEQ sea el epicentro de una revolución consciente en el cuidado y manejo de los recursos hídricos, dicho de otra forma, que los ciudadanos desperdiciemos y contaminemos menos agua al realizar nuestras actividades cotidianas. Con la intención de generar un mensaje que se propague, el festival concentrará sus labores en el CECEQ, creando un ojo del huracán, donde estarán pintando Aaron Glasson, Curiot Tlapazotl, Demencia, Goal, Jason Botkin, Mantra, Nosego, Paola Delfín, Pogo, Renata, Ryper, Sermob, Smithe y Sänk, junto con los maestros pintores Jorge y Fernando Lucio, de donde se desprende la serie de murales afluente encabezados por Saul Torbe, Miguel Valiñas, la Xfamilia, Roco Oñate, Lelo y Root Rises.

Equipo de producción en andamio 4 foto Yoshi Travel

La Universidad Autónoma de Querétaro e Incusa/Nueve Arte Urbano juntos por el agua.

Redacción Nueve Arte Urbano.

Con el Festival El Agua Es Una a unos cuantos días de iniciar sus actividades, la Dra. Tere García Besné, el Dr. Alejandro Váquez y el Dr. Raul Pineda de la Universidad Autónoma de Querétaro junto con el Ing. Édgar Sánchez de Director de Incusa/Nueve Arte Urbano, abordaron en conferencia de prensa las problemáticas de los recursos hídricos en el Estado y la ciudad y lanzaron el Seminario permanente de estudios interdisciplinarios del agua.

Dr. Raúl Pineda

“Todos tomamos decisiones sobre el agua y no somos conscientes de ellos, en algunos lugares como el campo relacionamos el agua como un valor mientras que en la ciudad lo vemos como un recurso, esto implica un reto en la modificación de lo que pensamos sobre el agua”.

Raúl Pineda.

Este proyecto busca crear espacios que permitan el estudio, la participación y la prevención de toda la ciudadanía en temas del agua, bajo esta premisa, Nueve Arte Urbano contribuirá al modelo de visualización en Querétaro mediante la creación de murales que permitan explorar y transmitir ideas en torno al líquido. El seminario arranca el próximo 22 de Marzo, día mundial del agua en el auditorio del Campús Aeropuerto mientras que la segunda sesión se realizará el próximo 20 de abril.

Dra. Tere García Besné de Vinculación Académica UAQ.

Cada mes se irán actualizando los temas relacionados sobre el agua durante el resto del año en una cooperación entre investigadores, catedráticos y ciudadanos por generar una conciecia global sobre el agua, bajo esta premisa, Nueve Arte Urbano se suma con toda su capacidad artística para la creación de murales que permitan a la ciudadanía queretana, tener siempre presente los ideales de cuidado ambientales y de descubrimiento de alternativas para la preservación del agua y por ende de la vida.

“La humanidad debe estar unida por el agua”.

Édgar Sánchez.

Las actividades del festival el Agua es Una comenzarán formalmente en la galería 1 del CECEQ el próximo 27 de marzo mientras que el seminario permanente de estudios interdisciplinarios del agua, iniciará actividades el 22 de marzo y así cada mes por lo que resta del año.

Descarga la Conferencia de prensa Aquí.

El arte como una colección de momentos, la propuesta de Nosego

Por Chema Noriega.

¿Qué significa ser artista en la actualidad? ¿Qué es el arte en pleno 2018? Como en todo, la historia nos ha demostrado que la concepción del arte y lo artístico han ido evolucionando entre épocas y sociedades. Desde las pinturas rupestres en las cuevas alrededor del mundo, mismas que dieron paso a las manifestaciones artísticas que contaron la historia de las grandes civilizaciones desde China hasta Mesoamérica, pasando por el arte elitista de las monarquías europeas y el renacimiento, hasta llegar a las vanguardias del siglo XX que diversificaron y democratizaron el plano artístico a nivel mundial, asentando el camino para todas las disciplinas, técnicas y medios de expresión artística que, hoy en día, catalogamos o intentamos catalogar como arte.

¿Qué es lo que hace que todas esas formas, ritos, trazos, experiencias, manchas y sonidos se unifiquen bajo una misma palabra? A decir verdad, creo que nunca lo sabremos y, más que acercarse a un consenso, el debate sobre la definición de lo artístico se encuentra en constante expansión, de la mano de la evolución de los medios con los cuales se puede crear una pieza artística y los espacios en los que esta pueda ser exhibida o distribuida.

House of Hayes. Mural de Nosego en Philadelphia, PA. Via www.nosego.com

En estos tiempos de ambigüedad o pluralidad, dependiendo la lente con la que se mire, resulta común cuestionar al artista sobre si su obra es artística o no. Y si una obra no es arte, ¿entonces qué es? «Es lo que es. No creo que sea algo único o diferente. Solo estoy siendo yo mismo» así responde Yis Goodwin, mejor conocido como Nosego, en una entrevista con The Hufftington Post cuando le preguntan ¿por qué su arte no es arte? Nacido y formado en Filadelfia, Nosego es un artista contemporáneo multidisciplinario que abraza el arte urbano como una de las muchas plataformas en las que su obra llega al público.

Esa filosofía que le quita etiquetas a las formas de expresión y rompe las barreras que limitan la creatividad, es la que permite a Nosego inspirar a las personas con mensajes traducidos en criaturas fantásticas, que se fusionan con el devenir urbano e impactan el imaginario de las personas en un abrir y cerrar de ojos. Tras haber sido rechazado por diferentes instituciones para exhibir y seguir desarrollando su trabajo, Goodwin vio en la negativa la excusa perfecta para emanciparse de la burocracia que suele opacar el arte, para llevar su obra a los espacios en donde realmente pudiera tener un efecto en las personas: la calle.

Mural de Nosego en colaboración con Forrest For The Trees NW. Portland, OR. Via www.nosego.com

En las composiciones de Nosego convergen diferentes elementos que dan vida a seres oníricos, compuestos de figuras y personajes que emanan de su imaginación. De acuerdo con el mismo Goodwin, estos montajes tienen su origen en la infancia, cuando las composiciones accidentadas que podían surgir al momento de juntar un juguete con otro evocaban en él una nueva posibilidad para crear y jugar. Ahora ese mismo estilo de patrones voluminosos y texturas vibrantes, que conforman personajes convertidos en ecosistemas vivos, tienen su origen en la concepción de la vida como un conjunto de momentos, memorias y lecciones que estructuran nuestra identidad; un todo que nos representa con nuestros diferentes matices y nos define como personas.

Mural de Nosego en colaboración con Branded Arts y Thinkspace Gallery. Culver City, Los Ángeles, CA. Via www.nosego.com

Para Nosego la vida es una colección de pequeños momentos que juntos cuentan una gran historia, con esta consigna busca que su arte lo lleve a lugares donde este conecte con diferentes personas y comunidades, atraído siempre por el misterio de no saber cuál será su próximo destino. Con la llegada de la primavera a la ciudad de Querétaro, llegará también la imaginación de Nosego, para participar en el festival internacional SeaWalls: El Agua es Una a celebrarse del 27 de marzo al 15 de abril del 2018. El Agua es Una, es una colaboración de Nueve Arte Urbano y la Fundación Pangeaseed, en conjunto con diferentes instituciones privadas y gubernamentales, que pretenden aumentar la consciencia con respecto la crisis global que se vive en torno al vital líquido, a través de las posibilidades que ofrecen el arte urbano y el muralismo. Nosego se unirá a un grupo multicultural de artistas que, con aerosoles y brochas en mano, se encargarán de traducir la historia y las problemáticas del agua, en narrativas visuales que conecten con la sociedad, al tiempo que contribuyen al cambio de mentalidad que demanda la situación actual del agua en nuestro planeta.

Unknown Elements. Mural de Nosego en colaboración con Curiot y Branded Arts. Via www.nosego.com

 

Puedes conocer más del trabajo de Nosego en:

https://www.nosego.com/

https://www.instagram.com/nosego/?hl=es

El equinoccio y el equilibrio.

Por Ricardo Quezada.

El 20 de marzo a las 10:15 se dio el equinoccio de primavera, dividiendo el día exactamente en dos partes iguales. Si bien este movimiento natural de la tierra invita a cientos de personas a visitar zonas arqueológicas o maravillas naturales, propone también un momento oportuno para el análisis y la reflexión profunda sobre el balance.

 

Mural de Diego rivera, un águila y bajo ella la conquista armada de los españoles
PALACIO NACIONAL Foto Pegatina 1

Hace millones de años, la tierra era una sola masa continental unida y en balance con la naturaleza y el agua; actualmente la humanidad enfrenta el problema más grande desde su origen, el de recuperar el balance que ha permitido la vida en la tierra. Bajo esta misión, asociaciones, fundaciones, asociaciones, colectivos y sociedad en general se han volcado a las calles para poner el tema en boca mediante el artivismo y otras acciones que buscan la preservación de los recursos naturales, el cuidado de la flora y la fauna, y la búsqueda de la igualdad entre personas sin importar su raza, sexo, sistema de creencias u origen.

 

Mural de Diego rivera, un águila y bajo ella la conquista armada de los españoles
PALACIO NACIONAL

Como en la antigüedad mexicana, la dualidad ha sido siempre un tema fundamental: el día y la noche, la vida y la muerte o los cuatro elementos, son manifestaciones tangibles del orden natural de las cosas, pero sobre todo del balance que rige el mundo; el equinoccio, con su día y noche de doce horas simboliza también una oportunidad de apertura de pensamiento en un año que se antoja complejo política y socialmente. Para las personas de a pie, quienes contemplan y conviven con las manifestaciones artísticas, el compromiso es opcional pero fundamentalmente necesario para lograr un sueño colectivo.

Tunas en nopal de Rivera

Más allá de la contemplación de las manifestaciones artísticas propias del arte urbano, es de vital importancia para equilibrar y calibrar la realidad que los pobladores del mundo entendamos nuestro papel en nuestra sociedad, en su cuidado y en la preservación de los recursos, bajo esta consigna la misión del artivismo se centra si en generar arte, pero sobretodo en generar cambio, no solo a nivel ecológico, sino un en todos los ámbitos que componen la sociedad y la cultura, desencadenando acciones integrales que permitan que cada ciudadano pueda contribuir al florecimiento de una nueva nación en armonía donde prolifere el balance, las igualdades de derechos, obligaciones, seguridad y oportunidades, la preservación de los recursos naturales y el reconocimiento de los saberes históricos para encaminar a la creación de un futuro próspero, como la primavera mexicana es naturalmente desde hace millones de años.

El Domo

Por Édgar Sánchez.

La media esfera representa la bóveda celeste. En su cúspide, el domo presenta un «óculo»; agujero que abre la bóveda hacia el vacío del cielo, cómo narran los mitos culturales de la humanidad. Del óculo cuelga, 28 metros abajo, un péndulo de bronce de 280 kilogramos. El péndulo evidencia la danza entre el cielo y la tierra, mostrándonos la fuerza de gravedad y el movimiento de rotación terrestre.

Entre el Cielo y la Tierra, un grupo de creadores libres, crearán mensajes pictóricos para inspirar a la comunidad hacia la unidad, hacia la naturaleza y hacia la comprensión de que «El Agua Es Una».

Antes de que el universo fuera lo que es, había caos, y las conciencias estaban al margen de la singularidad y de la gran explosión. Después, y con el paso de los eones, se separaró el cielo de la tierra, y nuestros ancestros llamaron «Tezcatlipocas» a los cuatro pilares simbólicos que sostuvieron la esférica bóveda celeste, separándola de la cuadrada madre Tierra.

«México» es una palabra misteriosa. Nos llega de un pasado que se pierde entre la polvareda de la historia. Se dice que «México» significa; «en el ombligo de la luna», en el centro del mundo. A su vez, «Tenochtitlán» significa «tunas sobre piedra», que en el lenguaje lírico de nuestros ancestros significa «en el corazón de la tierra. Las mil identidades Mexicanas se unen en un racimo bajo esta poesía: «EN EL OMBLIGO DE LA LUNA, EN EL CORAZÓN DE LA TIERRA, DONDE SE OFRENDAN LOS CORAZONES AL SOL.»

Domo 1 Gómez Morín, Foto Gemma Sánchez

Esta es la poesía que nos inspira a crear «El Agua es Una»: El domo y su péndulo representan el ombligo de la luna y el corazón de la tierra, y nosotros los que ofrendamos corazón, trabajo, narrativa, sueños y recursos; artistas, escritores, autoridades, productores y pueblo, agradecemos la vida y pedimos apoyo a Querétaro, para lograr nuestra tarea con la calidad suprema.

Muchas gracias a todas las autoridades, a todos los aliados y a los cuatro pilares del cielo, por permitirnos vivir plenamente, crear y actuar.

Ometéotl (la dualidad gobierna unida sobre el universo)

Domo Gómez Morín, Foto Gemma Sánchez

#pangeaseed #seawalls #seawallsmx #waterisone #artivism#paintforapurpose #protectwhatyoulove #nuevearteurbano #streetart#transgraffiti #transgrafiti #elaguaesuna #culturalfreedom Este festival es realizado gracias al apoyo de Gobierno del Estado de QueretaroSecretaría de Educación del Estado de Querétaro UAQ Universidad Autónoma de Querétaro COBAQPinturas Osel Querétaro, Comisión Estatal de Aguas Querétaro MAPEI de México TMAQ Carranza 50 La Glotonería RMX radio Imagen Querétaro

Murales para la Tierra, un regalo de Jason Botkin

Por Chema Noriega.

Llegamos a marzo de 2018 y la primavera ya se empieza a sentir en Querétaro, con altas temperaturas y soles dignos de la más cálida tarde de verano. Una realidad muy distinta a la de Montreal, Canadá donde, al día de hoy, la caída de nieve deja capas de 20 centímetros de agua en proceso de fusión. La lectura más básica diría que el cambio climático es un mito y que, el hecho de que hoy siga cayendo nieve y acumulándose en autos, banquetas y vialidades, no es más que un síntoma de que las temperaturas están estables y que la Tierra no sufre los estragos de la actividad del ser humano.

Mural de Jason Botkin en SeaWalls:Toronto. Foto de Yoshi Travel.

Lo cierto es que la Tierra es un ente dinámico y sus más 4,500 millones de años de historia, han demostrado que nuestro planeta se encuentra en un estado cambiante y que todo lo que en ella ocurre afecta directamente ese proceso. Nuestra época nos ha planteado diferentes utopías con respecto a la vida en la Tierra en los próximos años, no obstante, la capacidad de entender que los discursos fatalistas en torno al medio ambiente pueden ser erradicados si cambiamos nuestra mentalidad, son un reto constante para las sociedades del mundo.

Mural de Jason Botkin en SeaWalls:Toronto. Foto de Yoshi Travel.

Allá en Montreal, la ciudad que espera impaciente el final de un invierno desfasado, se encuentra Jason Botkin, un artista y productor cuya obra explora las posibilidades del arte no convencional, para inspirar a la sociedad a cambiar su forma de pensar radicalmente, «estimulando una mayor consciencia sobre temas culturales, ambientales, sociológicos y políticos relevantes». A lo largo de su carrera, Jason ha colaborado en la producción de más de 200 murales alrededor del mundo desde 2009, además ha participado en exhibiciones individuales y colectivas en Canadá, Estados Unidos y diferentes países europeos. Al extenso portafolio de Botkin se suma la co-creación y dirección del proyecto EN MASSE, el cual tiene como objetivo explorar la creación espontánea de dibujos en blanco y negro de gran formato e instalaciones públicas.

Jason Botkin. Foto de Yoshi Travel.

Dentro de sus colaboraciones internacionales, Jason también funge como coordinador regional de proyectos para la Fundación Pangeaseed en Canadá. Muchas veces, las problemáticas que intervienen directamente en el calentamiento global, sobre todo aquellas que perjudican a los cuerpos de agua de la Tierra, resultan demasiado complejas, lo cual limita las acciones que las personas pueden emprender para contribuir a su disminución. Pangeaseed, a través de su programa de arte público SeaWalls: Artists for Oceans, tiene el objetivo de aumentar la consciencia en torno a la conservación de los océanos, creando historias visuales de gran formato que interactúan con la sociedad modificando la mentalidad de las personas con respecto al vital líquido y sus ecosistemas.

Mural de Jason Botkin en SeaWalls:Toronto. Foto de Yoshi Travel.

Jason Botkin estará presente en el festival internacional SeaWalls: El Agua Es Una, una nueva edición del programa de PangeaSeed a celebrarse en el Centro Educativo y Cultural del Estado de Querétaro «Manuel Gómez Morin», del 27 de marzo al 15 de abril del 2018. Botkin, junto con un grupo multicultural de artistas comprometidos con la conservación del agua, acompañarán la primavera queretana con pintas que, más que embellecer el paisaje urbano de la ciudad, pretenden crear metáforas visuales que impacten en la mentalidad los espectadores, con la esperanza de que estos mensajes se traduzcan en acciones que permitan recuperar el balance entre los ecosistemas azules de la Tierra.

Mural de Jason Botkin en SeaWalls: San Diego. Foto de Yoshi Travel.

Puedes conocer más del trabajo de Jason en:

http://www.jasonbotkin.com/

https://www.instagram.com/robotkin/?hl=es-la

https://www.pangeaseed.foundation/artists/jason-botkin/